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miércoles, 27 de abril de 2011

LOS AÑOS SETENTA.

El continuismo marca el inicio de la década de los setenta en el ferrocarril.Los
planes de modernización plantean en estos años como ojetivos principales, la velocidad comercial de 140km/h en toda la red basica,el incremento de la participación de Renfe en el transporte de mercancías y la mejora de los resultados
económicos.Para ello,Renfe recibe del Banco Mundial un crédito por valor de 90 millones de dólares.
Sin enbargo,las perspectivas de mejora se ven truncadas con la aparición de la crisis energética de 1973, que hace que Renfe presente los peores resultados de su historia y se vea metida en un callejón sin salida en el que la empresa no puede ofrecer los servicios que la sociedad le demanda.Pera paliar esta situación se intentan planes de mejora a corto plazo.
En esta perspectiva,cabe destacar la halitación en 1975-el mismo año en que finaliza la tracción vapor en Renfe-de un tramo experimental de vía en placa entre -
Ricla y Calatayud en el que se ensayaban circulaciones a 190 km/h.Se estudiaba así -
una posible via de alta velocidad entre Madrid y Barcelona.Curiosamente coincide que hoy, entre Ricla y Calatayud,ya existe alta velocidad.

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